Envejecimiento activo y saludable

Olga acaba de cumplir 75 años, para muchos es una infinidad de tiempo, pero no para Olga que lo primero que hizo el día de su cumpleaños fue ponerse sus zapatillas deportivas y salir a caminar los 5 km diarios que desde hace años practica, gracias a esto y a otros cuidados alimenticios que lleva, ella se considera una persona activa y saludable y a sus 75 años de edad no hay nada que se proponga y no pueda hacer. Esta tendencia está aumentando ya que muchas personas llegan a la tercera edad con un nivel de calidad de vida superior que sus predecesores y esto es de suma importancia porque la esperanza de vida aumenta año a año y la proporción de las personas en la tercera edad está creciendo en todo el mundo más rápidamente que cualquier otro grupo de edad.
El envejecimiento de la sociedad puede considerarse por un lado un avance y por otro, un gran desafío, pues supone una mayor exigencia social y económica.
Pero, ¿qué es el envejecimiento activo? La Organización Mundial de la Salud define el envejecimiento activo como el proceso en que se optimizan las oportunidades de salud, participación y seguridad a fin de mejorar la calidad de vida de las personas a medida que envejecen. Esto permite que las personas lleguen a la vejez con un bienestar físico, social y cognitivo, así la calidad de vida de las personas en su últimos tramos va a mejorar de una manera significativa, dando una imagen pública positiva, y una imagen personal satisfactoria que ayudara a mejorar la autoestima y la forma en que se relacionan y enfrentan los problemas diarios. Pero para la sociedad el concepto de “vejez” tiene otros significados tales como enfermedad, incapacidad para hacer las cosas, depresión, etc.
Por este motivo es que cada vez se le esta dando mas importancia al concepto de “envejecimiento activo y saludable” y algunas políticas gubernamentales lo toman como uno de los objetivos principales ya que pueden llegar a mejorar la autonomía, la salud y la productividad de los mayores.
También es muy importante que la misma persona se de cuenta que esta etapa no es negativa, es de crecimiento personal, no es una complicación sino que tiene que ser una oportunidad más para vivir plenamente, con conciencia y aplicando toda la experiencia que la vida le dio a lo largo de los años y fundamentalmente mantenerse activo para abordar el reto del envejecimiento.
Entonces, para desarrollar un envejecimiento positivo, la sociedad debe dar mayores oportunidades a los mayores, fomentar el bienestar creando entornos sociales y ambientales aptos, para que puedan tener autonomía, buena salud y más productividad, y esto conllevara a una mayor seguridad y comodidad por parte de ellos.
En lugar de "discapacitar" hay que pensar en "capacitar" e incluir y eso es un desafío en el que todos tenemos que participar.

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El consumo de tabaco causará 8 millones de muertes en el 2030

Un nuevo estudio realizado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en conjunto con el Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos, determinó que para el 2030 las muertes estimadas por el consumo de tabaco alcanzarán las 8 millones de personas.
El estudio “La economía, el tabaco y el control del tabaco” sacó a la luz datos realmente escalofriantes ya que actualmente las muertes provocadas por el tabaco llegan a los 6 millones de personas, a pesar de que el consumo y las ventas de tabaco han disminuido, no es el caso del aumento de la población que en números proporcionales a la caída de la venta sigue siendo aún mayor por eso se estiman que las muertes siguen aumentando a pesar del esfuerzo de la OMS en disminuir esta cifra. La OMS se había establecido como objetivo de que haya una reducción del 30% del consumo de tabaco en el 2025, visto estas cifras hay una gran posibilidad de que no se alcance el objetivo estipulado.
Otro dato curioso que arrojó el estudio es que el 80% de estas muertes están ligadas a ciudades con menor poder adquisitivo. A nivel mundial, hay 1.100 millones de fumadores de tabaco de 15 años o más, con alrededor del 80% viviendo en países de ingresos bajos y medianos. Aproximadamente 226 millones de fumadores viven en la pobreza.
El Informe también apunta hacia las consecuencias del consumo pasivo en las personas no fumadoras, que también es una cifra que preocupa, y para los sistemas de salud que muchas veces son los encargados de los costos de los tratamientos.
El Informe insiste en que se invierta más dinero en campañas de información y prevención principalmente en el nicho de los jóvenes que es el sector más vulnerable al no ser conscientes de las propiedades tóxicas del cigarrillo, como también en la suba de impuestos al tabaco( y la suba posterior de su precio que quedó demostrado que influye directamente en el consumo de tabaco de los sectores con más pobreza, políticas de espacios libres de humo, prohibición de las campañas de marketing del tabaco, entre otras.
El estudio concluye que las consecuencias económicas vas a ser más elevadas en los tratamientos que en la prevención y que el control del tabaco no perjudica a las economías, que se vieron afectadas por la innovación de la tecnología, privatizaciones y no por la lucha contra la adicción.

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